Si en el futuro vas tranquilamente por la carretera y ves a
un policía apuntándote con algo parecido a una pistola, puede que no sea un
radar de velocidad. Quizás solo esté tratando de detener tu vehículo.
Ese futuro lo puede dibujar una empresa británica que está
desarrollando – todavía en una fase muy inicial – un sistema capaz de engañar a
los sistemas electrónicos de un coche para hacer que el motor se detenga.
Mediante pulsos de radiofrecuencia, el sistema denominado RF Safe-Stop de la
empresa E2V es capaz de crear una zona (hasta 50 metros de alcance) donde los
sistemas electrónicos del vehículo se confundirían, y uno de los efectos que
han demostrado para la BBC es la posibilidad de que el vehículo se detenga
completamente.
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